Cada propietario, probablemente en algún lugar del garaje, en la casa o simplemente en el balcón, tiene un viejo martillo oxidado sin manija, al que sus manos no alcanzan. Y el deseo de devolverlo a la orden de trabajo se pospone de año en año.
En este video, el maestro demuestra cómo revivir el viejo martillo, no solo limpiándolo y equipándolo con un mango de madera común, sino también haciendo el mango de aluminio. Una idea muy interesante. Aunque, por supuesto, no todos tienen la oportunidad de fundir aluminio.
Haciendo patrones
Después de preparar un perfil del futuro mango de una pieza de plástico (puede usar madera contrachapada, tablero de fibra, etc.), el maestro corta una pieza de trabajo de una espuma de grano grueso (aproximadamente 3-4 cm de espesor).
Además, con la ayuda de un cuchillo de oficina y esmeril, termina la pieza con el tamaño y la forma deseados (el tamaño debe corresponder a la huella del martillo).
Fusión y fundición
En un pequeño recipiente de metal, el maestro derrite latas de aluminio. Paralelamente a este proceso, se hace un receso en otro recipiente (cuenca) con arena, donde se coloca un martillo con la pieza de trabajo insertada.
La arena alrededor del molde está densamente compactada (esto evitará que el aluminio se extienda y le dará al producto futuro la forma prevista). Los morteros de la misma espuma se colocan perpendicularmente al mango, lo que permitirá verter el molde.
Después de haber limpiado el aluminio de la escoria, el maestro procede a verter. Después de enfriar, hay un proceso de limpieza, eliminación del exceso de pandeo y pulido.
Si usted es uno de los hosts descritos al principio, probablemente estará de acuerdo en que este método es muy fácil de implementar y puede darle al viejo martillo no solo un aspecto nuevo y funcional, sino que lo convierta en su herramienta favorita.